Es uno de los ejemplares más antiguos que tengo. Fue plantado en semilla en una maceta hasta que adquirió un tamaño respetable y decidí pasarlo a una maceta redonda de barro y trabajarlo como bonsái. Se colocó en la maceta que aparece en la foto en 1998 y decidí hacerlo en doble tronco. Hace un par de años alambré la raíz con la finalidad de cortarla y este año 2007 espero sacarlo de la maceta y revisarle las raíces.
Esta es la vista posterior del mismo ejemplar. Aparece con una serie de hojas secas o amarilleando y es que el quejigo cuando hace mucho frío, con heladas o nieve o en pleno invierno suele perder las hojas. He intentado reducir las hojas haciendo exfoliaciones pero su tamaño se ha reducido muy poco y el miedo a que se seque por cortarle las hojas aumenta con los años. En cuanto al alambrado, lo soporta bastante bien.


